Opinión y prueba Nissan Qashqai 158 CV Xtronic 4×4 2022

2022-10-22 21:24:34 By : Mr. meituo zhi

Si eras de los que se cuestionaba cómo el Nissan Qashqai podía ser un superventas, te recomiendo que le eches un vistazo a este análisis. Ahora está más que a la altura. Tras probar la versión manual 4×2, en esta ocasión he tenido la oportunidad de ponerme al volante del Nissan Qashqai 158 CV Xtronic 4×4 en su acabado más completo.

En esta tercera generación la cosa ha cambiado, y mucho. El diseño, la nueva plataforma (CMF-C), la calidad de rodadura, la calidad percibida, la suavidad de la mecánica y el completísimo equipamiento de vanguardia poco tienen que ver con lo que era el Qashqai. Cuesta realmente sacarle pegas y ahora sí que podemos decir que es un gran rival.

La última entrega del Nissan Qashqai se ofrece con motores de gasolina, en potencias de 140 a 190 CV. En todos los casos encontramos alguna hibridación, ya sea con caja manual de seis relaciones o automática XTronic. También podemos optar por versiones 4×2 y 4×4 en función del acabado. Por precio, está en un nivel intermedio entre sus competidores.

Si hablamos de rivales para el Qashqai, hablamos de modelos como el Ford Kuga, el Toyota RAV4, el Honda CR-V, el Mazda CX-5, el Renault Kadjar, el KIA Sportage, el SEAT Ateca, el Volkswagen Tiguan, el Peugeot 3008, el Škoda Karoq o el Hyundai Tucson. Son muchos y algunos de ellos muy buenos, pero la opción japonesa no se queda atrás.

La tercera generación del Qashqai es más musculosa, afilada y moderna. En el exterior, la postura mejorada de la carrocería del Qashqai es más decidida. Tiene líneas superiores prominentes, una distancia entre ejes ampliada y unas imponentes llantas. Además, gracias al empleo de materiales livianos, es 21 kg más ligero.

El frontal del nuevo Qashqai luce una parrilla Nissan V-Motion ampliada. Cuenta con acabado en cromo y con una franja secundaria de cromo satinado para resaltar su precisión. Está flanqueada por unos finos y avanzados faros matriciales Full LED con luces diurnas. Las tomas laterales dirigen el aire hacia los pasos de rueda y las luces antiniebla se enmarcan en la entrada inferior.

La parrilla delantera tiene unas láminas que se abren o cierran en función de las necesidades de refrigeración del motor.

Visto desde el lateral, el nuevo Qashqai parece más atlético y dinámico. Una única línea que atraviesa el coche desde la parte delantera hasta la trasera, aportando una presencia muy horizontal y transmitiendo cierta sensación de dinamismo. Las lunas traseras son tintadas y la superficie acristalada amplia. El toque SUV lo pone la protección plástica inferior.

En dimensiones, es 35 mm más largo (4,42 metros), 10 mm más alto (1,85 metros) y 32 mm más ancho (1,62 metros) que su predecesor. La batalla también crece en 20 mm hasta los 2.665 milímetros. Los anchos de vía miden 1.580 mm en ambos ejes y el coeficiente aerodinámico Cx es de 0,31. Todo ello da lugar a un habitáculo más amplio.

Los musculosos pasos de rueda albergan unas llantas de 20 pulgadas. Están calzadas con neumáticos Michelin Primacy 4 en dimensiones 235/45 R20 100V para ambos ejes. Se ofrece en 11 colores de carrocería con cinco combinaciones bicolor, un total de 16 variantes para elegir. En este caso vemos el Magnetic Blue con Techo Midnight Black.

En la zaga la horizontalidad está muy presente, dándole un aspecto más asentado sobre el asfalto. Destacan el alerón de techo con la tercera luz de freno integrada, los nuevos faros Full LED de alta intensidad y el paragolpes a contraste en negro y plata. Esta le da un aspecto más robusto y se combina con la deportividad que aportan otros elementos.

Sobre el techo encontramos barras longitudinales en plata, una antena de tipo aleta de tiburón y un techo solar panorámico de serie. Lo único que no convence es que no sea practicable. Para el exterior hay algunas opciones como el gancho de remolque, embellecedores, protecciones, portaequipajes, guardabarros y una tienda de campaña.

La marca nipona asegura que el habitáculo del nuevo Qashqai supone un nuevo estándar en el segmento por su sensación de alta calidad y su facilidad de uso mejorada. No seré yo quien se lo niegue. A pesar de que se abusa del Piano Black en algunos elementos, el salto de calidad es enorme, con abundantes superficies en material blando.

Las encontramos en el salpicadero y prácticamente la totalidad de las puertas. El conjunto resulta tremendamente agradable a la vista y al tacto. Tienen además costuras que elevan la sensación de calidad. La nueva iluminación ambiental blanca genera un ambiente reconfortante y relajante, transmitiendo uniformidad y armonía.

Se ha prestado mucha atención a la calidad ergonómica y estética de los interruptores y botones. Se busca que transmitan una sensación táctil de alta calidad que brinde confianza y elegancia. En función del acabado vemos diferentes tipos de tapicería y un gran equipamiento. En esta terminación tenemos incluso masaje en los asientos.

Tampoco faltan regulación eléctrica, ajuste lumbar, ventilación y calefacción en las plazas delanteras. Estos asientos son cómodos y con buen agarre. Las manos se posan en un nuevo volante multifunción calefactado. Desde sus botones se manejan diversas funciones, entre ellas las del nuevo cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas.

Dicha pantalla de alta definición ofrece una selección de diseños personalizables. Muestran información sobre la navegación, entretenimiento, el tráfico o el propio vehículo. La navegación entre los menús es fluida y todo queda ordenado de manera intuitiva. Los acabados sencillos montan dos indicadores de aguja y una pantalla central de 7”.

Se complementa con la nueva e innovadora pantalla frontal (Head-Up Display, HUD) de 10,8 pulgadas. Ofrece el mayor tamaño de imagen del segmento. Los datos de navegación clave, la asistencia al conductor y la información sobre la carretera se proyectan en el parabrisas.Siempre dentro de la línea de visión del conductor.

El nuevo Qashqai también ofrece un sistema de infoentretenimiento con una amplia cartera de servicios conectados. Incluye la fácil integración de smartphones, WiFi para hasta siete dispositivos y Nissan Connect Services. Se trata de una aplicación con la que interactuar y controlar el vehículo. El salto de calidad en gráficos y fluidez resulta notable.

La pantalla de 9 pulgadas de NissanConnect (8” en acabados básicos) es más grande y de mayor resolución. Es la puerta de acceso digital a la navegación, el entretenimiento y la configuración del vehículo. Tiene compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, este último inalámbrico. Hay huecos portaobjetos suficientes, no abundantes.

Los botones del climatizador bizona son físicos, algo que es de agradecer.

Las funciones Home-to-Car son compatibles con los dispositivos Google Assistant y Amazon Alexa. La conectividad se extiende a todos los ocupantes porque la caja de la consola ahora incluye conexiones de carga USB delante y detrás, con tomas USB-A y USB-C. Tampoco falta la carga inalámbrica del smartphone. Como ves, se ha puesto plenamente al día.

La mayor distancia entre ejes se combina con un chasis eficiente para crear aún más espacio para los usuarios. El espacio para las rodillas de los ocupantes traseros ha aumentado en 28 mm, hasta los 608 mm. También hay más distancia entre el conductor y el pasajero delantero. El espacio para la cabeza en la parte delantera y trasera ha aumentado en 15 mm.

En la segunda fila de asientos hay espacio para que dos adultos de hasta 1,90 metros viajen cómodamente. Como es habitual, la anchura para tres resulta algo limitada. Lo que sorprende gratamente es el ángulo de apertura de las puertas de casi 90 grados. Esto facilita mucho el acceso y salida del vehículo. Desde luego, no admite tacha en habitabilidad.

El reposabrazos central es fijo y los cinturones pueden regularse en altura.

El portón trasero eléctrico manos libres permite acceder al maletero sin esfuerzo cuando tenemos las manos ocupadas. La capacidad del maletero con tracción total y equipo Bose es 450 litros. Si abatimos los asientos (60:40), el espacio crece hasta los 1.422 litros. Además, las formas son muy regulares y el suelo queda plano.

El suelo de la zona de carga es 20 mm más bajo como consecuencia de la mejora de la suspensión trasera. Contamos con un piso dividido en dos partes que nos permite ajustar todo o parte del maletero a dos alturas. También hay un doble fondo para las herramientas y el subwoofer. La altura del borde de carga queda a 760 milímetros del suelo.

Nissan tiene el objetivo de alcanzar el 50 % de las ventas de modelos electrificados en Europa en 2024. Por ello, el nuevo Nissan Qashqai solo se ofrece en dos variantes: con motor 1.3 DiG-T de gasolina equipado con tecnología híbrida ligera y el e-POWER. Este particular híbrido no enchufable utiliza tecnologías del Nissan LEAF.

Está formado por una batería de alto rendimiento y una motorización integrados con un motor de gasolina de 154 CV con compresión variable, un generador de energía, un inversor y un motor eléctrico de 190 CV (140 kW). Curiosamente, el motor de gasolina se usa únicamente para generar electricidad. Las ruedas son impulsadas por el motor eléctrico.

Las combinaciones disponibles son las siguientes:

En esta ocasión nos hemos puesto al volante del motor de gasolina con caja automática y tracción total. Cabe destacar que el bloque 1.3 DiG-T se ha mejorado con 50 componentes de nuevo diseño. Además, cumple la norma Euro6-d full. Hay novedades en el turbocompresor, las boquillas, la reducción de la fricción, el filtro de partículas y el catalizador.

Hablamos de un bloque de cuatro cilindros en aluminio. Tiene dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa, turbo e intercooler y, con 1.333 cm3 y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 158 CV (116 kW) a 5.500 rpm. El par máximo es de 270 Nm entre 1.800 rpm y 3.750 vueltas. Gracias a ello, es progresivo y muy elástico.

Con cambio Xtronic suma 10 Nm de par adicionales.

Sorprende desde el bajo régimen que es capaz de recuperar sin atisbo de vibraciones, apenas 1.000 rpm. Sin embargo, es cierto que hasta pasadas las 2.000 rpm no sale a relucir la fuerza. En cualquier caso, la entrega de potencia es lineal y progresiva. Es más, hay ocasiones en las que el Qashqai parece tener menos potencia que la declarada oficialmente.

En la versión manual es algo tedioso porque nos obliga a jugar con el cambio. Sin embargo, la caja Xtronic es muy resolutiva y realmente cómoda. En mi opinión, resulta la apuesta ganadora y está a años luz de la que montaban los anteriores Nissan. Gracias a ella el conjunto se mueve con cierta soltura, aunque la tracción 4×4 empeora sus prestaciones.

Pese a ello, considero que tiene energía suficiente para satisfacer las demandas de la inmensa mayoría de los usuarios. En cifras, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9.9 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en 7.3 segundos (entre marchas) y alcanzando una velocidad máxima de 198 km/h.

Circulando a 120 km/h en autopista el motor gira a 2.000 rpm. Esto nos permite mantener velocidades de crucero elevadas sin tener que bajar de marcha. La única pega que puedo sacarle a la caja Xtronic es que ha habido ocasiones en las que, al reducir, el coche ha dado algún tirón, sobre todo a baja velocidad.

En todo caso, no es un problema recurrente ni empaña la comodidad que aporta esta caja CVT. La caja manual tiene un tacto poco preciso y un escalonamiento tirando a abierto. Además, los recorridos de la palanca son largos en sentido longitudinal y cortos en el transversal, así que hay veces que dudamos al cambiar.

Por su parte, la caja Xtronic simula siete marchas fijas cuando buscamos una conducción más precisa o deportiva. Podemos seleccionar estas marchas ficticias de manera manual a través de unas levas que hay detrás del volante. Eso sí, pasados unos segundos, la gestión electrónica vuelve a tomar el control.

Lo que más me ha gustado del Qashqai es la suavidad con la que se mueve. Se trata de un motor silencioso y sin vibraciones. Invita a llevar a cabo una conducción sosegada. Únicamente en aceleraciones fuertes es palpable un mayor ruido porque la caja CVT revoluciona el motor. Parte de la culpa de este gran conjunto la tiene la micro hibridación.

El sistema híbrido suave de 12 V ofrece asistencia de par, parada al ralentí ampliada, arranque rápido y freno motor en las versiones con XTronic. Lo bueno es que este sistema solo suma 22 kg a la masa total del vehículo. Al desacelerar, la energía se recupera mediante la regeneración y se guarda en la batería de iones de litio.

Al usar el freno motor a velocidades de menos de 18 km/h y con el freno activado, el motor se apaga y la energía almacenada se utiliza para alimentar el equipo eléctrico del vehículo. Por el contrario, al acelerar (entre 20 km/h y 110 km/h), la energía de la batería de iones de litio permite que el motor genere un par adicional de 6 Nm durante hasta 20 segundos.

De esta manera se contribuye a reducir el esfuerzo de par del motor y a mejorar el ahorro de combustible. La marca homologa un combinado WLTP de 7 l/100 km. Durante la prueba, el consumo medio se detuvo en los 7.9 litros, ascendiendo a los 8.4 litros en ciudad y bajando hasta los 7.1 litros en carretera. El depósito de combustible tiene 55 litros de capacidad.

El nuevo Nissan Qashqai destaca por el gran equilibrio que han conseguido los ingenieros en el conjunto, especialmente en lo que a suspensiones se refiere. No es tan ágil como un SEAT Ateca ni tan cómodo como un Citroën C5 Aircross, pero sin lugar a duda satisfará a la amplia mayoría de los usuarios que se encuentran en la parte intermedia del espectro.

Para el cliente que no quiere sacrificar ni agilidad ni confort, el Qashqai es una opción muy acertada. Filtra bien las irregularidades del asfalto incluso sobre firmes deteriorados. Al mismo tiempo, contiene eficazmente los balanceos de la carrocería. Con ello eleva la sensación de seguridad y confort. Además, se muestra notablemente más sólido y aplomado que su predecesor.

Esto se debe en gran medida al uso de la nueva plataforma, que aporta un 41% más de rigidez estructural. También se han reajustado con un punto más de dureza la suspensión, la dirección y los frenos. Todo ello da como resultado un tacto más firme y preciso. Únicamente en aquellos baches que sacuden con rapidez las ruedas podemos apreciar cierta sequedad.

Si bien la suspensión de serie es más que resolutiva y mima a los ocupantes, cabe mencionar que el Qashqai no permite equipar otros tipos de suspensiones, como sí ocurre en algunos de sus rivales. También pierde algún punto respecto a rivales como el Hyundai Tucson o el Renault Kadjar en aislamiento en autopista, especialmente a nivel aerodinámico.

Con todo y con eso, me parece un gran conjunto para viajar por equilibrio y suavidad de marcha. Sobre todo si lo comparamos con su predecesor. También mejora en la urbe, ya que se ha incrementado la visibilidad gracias a los espejos retrovisores ubicados en las puertas, una luna delantera de mayores dimensiones y unos pilares A más finos.

Estas mejoras se combinan con elementos de asistencia a la conducción más completos y optimizados. A ello se unen una postura de conducción elevada y un diámetro de giro de 11,1 metros entre bordillos. Adicionalmente, algunos parámetros del vehículo se pueden ajustar a nuestras necesidades mediante el selector de modos de conducción.

El Nissan Qashqai monta discos ventilados en ambos ejes, con un tacto agradable y sencillo de dosificar del pedal central.

Esto es apreciable, por ejemplo, al seleccionar el modo Sport para aventurarnos por carreteras de curvas. Pese a la mejora en firmeza de suspensiones y dirección, no es donde el Qashqai se sienta más cómodo por feedback y asistencia. Cumple eficazmente, con reacciones naturales y seguras. Sin embargo, no aporta la agilidad y la precisión de modelos como el Peugeot 3008.

El Qashqai no me parece recomendable para ser conducido fuera del asfalto por varios motivos. Entre ellos está el uso de unos neumáticos pensados para carretera. La altura libre al suelo tampoco es la mejor. A mi parecer, la tracción en las cuatro ruedas es más útil en circunstancias de baja adherencia, para sacarnos de un apuro.

Nissan ha mejorado el sistema de tracción total y es alrededor de 0,2 segundos más rápido enviando par a las ruedas traseras.

En cuanto a los sistemas de asistencia a la conducción y de seguridad, a partir del acabado N-Connecta encontramos de serie el sistema ProPilot. En él se incluyen el programador de velocidad activo, sistema de mantenimiento de carril, lector de señales de tráfico, alerta de contacto lateral contra objetos, aviso de tráfico trasero cruzado, frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas…

Los niveles de terminación se denominan Visia, Acenta, N-Connecta, Tekna y Tekna+. El nivel de entrada ya incluye los faros Full LED, encendido automático de luces, sensor de aparcamiento trasero, alerta de cambio de carril, control de crucero adaptativo, detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás…

También de serie son el aire acondicionado, ordenador de viaje, retrovisores plegables con mando eléctrico, cuatro elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando, asiento posterior abatible, volante regulable, lector de señales de tráfico, llantas de chapa, sistema de sonido, bluetooth, USB y un largo etcétera.

El nivel Acenta suma adicionalmente el acceso sin llave, arranque por botón, climatizador automático de dos zonas, llantas de aleación de 17 pulgadas, faros antiniebla, sistema de sonido Nissan Connect con pantalla de ocho pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto, cámara de visión posterior y decoración interior específica, entre otros.

La terminación N-Connecta añade las llantas de aleación de 18 pulgadas de diseño deportivo, instrumentación digital configurable, sistema de navegación integrado con pantalla de 9 pulgadas, sistema de visión 360º con detector de obstáculos y objetos en movimiento, sensores delanteros…

El acabado Tekna incluye también el Head Up Display proyectado en el parabrisas, portón trasero automático con cierre y apertura «manos libres», llantas de aleación de 19 pulgadas, cargador de móvil por inducción, faros Matriciales LED adaptativos, asientos calefactables, etc.

Por último, el Tekna+ suma el tapizado en piel «Nappa» de alta calidad, asientos eléctricos delanteros con función masaje, volante calefactable, sistema de sonido de alta calidad desarrollado por Bose y techo panorámico de cristal fijo con cortinilla eléctrica, entre algún que otro detalle adicional.

Los precios de la gama Nissan Qashqai 2022 sin descuentos ni promociones arrancan en 31.850 euros. Van hasta los 45.200 euros de la versión más potente y completa, el Nissan Qashqai Tekna+ e-Power. En el caso de esta unidad de pruebas, hablamos de 43.760 euros de precio de partida, sin descuentos ni promociones aplicados.

El nuevo Nissan Qashqai es un modelo que refuerza su posición de líder en el segmento de los SUV en Europa y en España. A su diseño más atractivo se unen una nueva plataforma, mayor confort, mucho espacio, un equipamiento realmente generoso y una impecable sensación de calidad. La oferta mecánica es únicamente de gasolina, siempre con pegatina ECO.

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