Alpha Crucis: expedición con el barco de la USP instala y mantiene ecosondas para monitorear el Atlántico Sur – Jornal da USP

2022-10-22 21:23:08 By : Ms. Jane Bian

A fines de julio, investigadores de los proyectos Sambar y AtlantECO embarcaron en el buque oceanográfico Alpha Crucis de la USP hacia el Océano Atlántico Sur para una expedición que duró 16 días.El proyecto Sambar, financiado por la Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo (Fapesp), es liderado por el profesor Edmo Campos, del Instituto Oceanográfico (IO) de la USP, y analiza variaciones en la circulación oceánica y biogeoquímica marina en el Atlántico Océano Sur, mientras que AtlantECO, financiado por la Unión Europea, tiene como objetivo evaluar y predecir la sostenibilidad de los ecosistemas a través del Atlántico.La expedición se organizó con el objetivo de realizar el mantenimiento de los instrumentos de medición utilizados para la obtención de datos, además de recolectar materiales biológicos para ser analizados en el laboratorio.Los estudios desarrollados por los dos proyectos tienen como objetivo comprender el cambio climático global a partir del monitoreo de la circulación del agua en la región del Atlántico Sur.Según Olga Tiemi Sato, profesora de IO y vicecoordinadora del proyecto Sambar, el Atlántico tiene un papel especial en la regulación del clima global.“Es responsable de formar el volumen de agua que 'recubre' el fondo de los océanos”, explica al Jornal da USP.“Tanto en la región Norte, cerca de Noruega, como en la región Sur, cerca de la Antártida, hay un enfriamiento del agua superficial debido a la temperatura atmosférica”.A medida que se enfría, el agua se vuelve más densa y se hunde hasta el fondo, extendiéndose lentamente a otras regiones oceánicas, y tarda de siglos a milenios en volver a la superficie.Este fenómeno se denomina Circulación Meridional del Atlántico (AMOC).Olga Tiemi Sato – Foto: Reproducción/ PORSECLos investigadores brasileños, en colaboración con grupos de Argentina y Estados Unidos, tienen una red de observación en el oeste de la región donde tienen equipos para medir ciertos factores, como la temperatura y la salinidad del agua.Las ecosondas invertidas sensibles a la presión (PIES) se instalan a unos 4.500 metros en el fondo del océano y emiten ondas sonoras hacia la superficie.“Con el tiempo que tarda el sonido en llegar a la superficie y volver al fondo, es posible determinar cómo es la estructura interna del océano”, explica Olga.La primera imagen muestra la extracción de un filtro, después de filtrar 10-20 litros de agua, utilizando unas pinzas.Después de la recolección, los filtros se colocaron en nitrógeno líquido (-80°).El segundo muestra la recogida de agua de mar, realizada en la superficie, con un balde.En la cubierta del barco, el agua se filtró a través de una malla de 20 micrómetros para eliminar algunos de los organismos fitoplanctónicos.En la última imagen, un kit de filtración (donde se agregaron filtros de 3 y 0,2 micrómetros para el estudio de eucariotas y procariotas) y una bomba peristáltica – Fotos: cedidas por el investigadorDurante la expedición se realizó la recolección de datos registrados por las sondas, el mantenimiento de los equipos y la instalación de un PIES con medidor de corriente (CPIES), instrumento que también analiza las corrientes oceánicas.A partir de los datos que se recogerán con este nuevo equipo, los investigadores esperan poder analizar el impacto del cambio climático en la circulación meridional del Atlántico.La primera asociación del proyecto AtlantECO con Sambar se debió a la iniciativa de estudiar los flujos migratorios de especies en la región causados ​​por las corrientes oceánicas.La investigadora Gleice de Souza Santos, doctora en Oceanografía Biológica de la Universidad de Pernambuco (UPE) y miembro de AtlantECO, fue la responsable de recolectar muestras de agua de la región para filtrar microorganismos marinos, como microalgas, cianobacterias (bacterias que realizan fotosíntesis) y microcrustáceos.“Las microalgas y las cianobacterias son muy importantes para la producción de oxígeno, tanto para los océanos como para la atmósfera, además de servir de alimento a los microcrustáceos”, explica.Las muestras fueron almacenadas utilizando nitrógeno líquido y serán analizadas en el laboratorio para comprender la diversidad de organismos presentes en la región.La metodología utilizada también facilita el descubrimiento de nuevas especies de virus que actúan como parásitos en células de otros organismos.Gleice Santos – Foto: Reproducción/ ResearchgateAlpha Crucis recibió su nombre de la estrella más brillante de la constelación de la Cruz del Sur.Inaugurado en 2012 con el apoyo del Programa de Apoyo a la Infraestructura de Investigación del Estado de São Paulo (PAIP) de la Fapesp, el barco es el principal buque dedicado a estudios oceanográficos en el país.Su estructura tiene 64 metros (m) de largo y 11 m de ancho, además de capacidad para mover hasta 972 toneladas en viajes transoceánicos.Política de uso La reproducción de materiales y fotografías es gratuita citando el Jornal da USP y el 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